El pequeño Hanru van Niekerk llegó al mundo el 11 de noviembre de 2014, en Johannesburgo, la capital sudafricana. Sin embargo, algunos supersticiosos piensan que se adelantó por un día. ¿La razón? El “12” perfecto que lleva en la frente, una muy inusual marca de nacimiento.
Al principio, su familia no notó el número en la cabeza de Hanru:
“Mi hija menor fue la primera en verlo. Dijo que había un 1 y un 2 en su cabeza”, contó recientemente su bisabuela Catherine Jooste, de 70 años, al Northcliff Melville Times.
Aunque algunos lugareños han buscado dar una explicación, los familiares de Hanru dicen no estar preocupados, dado que los doctores les explicaron que la marca desaparecerá conforme crezca.
El dermatólogo Patrice Hyde afirma que los niños suelen desarrollar marcas de esta clase antes o justo después de nacer.
“Nadie sabe qué causa este agrupamiento de vasos sanguíneos, pero es buenos saber que las marcas de nacimiento no suelen ser un síntoma de ninguna enfermedad y, por lo general, no duelen”.
Quizá la marca de Hanru no significa nada, pero al menos tendrá una excelente historia que contar para romper el hielo en el futuro.
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