La joven de 29 años visitó el Grán Cañon acompañada por su esposo y sus padres, su último pendiente antes de morir el próximo primero de noviembre.
Hace poco les comentamos sobre el caso de Brittany Maynard, una joven que eligió cómo, dónde y cuándo fallecer tras ser diagnosticada con cáncer terminal.
Maynard eligió el próximo primero de noviembre como fecha de muerte en compañía de su esposo y sus padres en su cuarto. Como parte de este proceso, la joven realizó una lista de pendientes, donde su último deseo era conocer el Gran Cañon en Arizona, mismo que cumplió el sábado pasado, el último viaje de su vida.
"El Cañón fue impresionantemente hermoso, y yo fui capaz de disfrutar de mi tiempo con las dos cosas que más amo: mi familia y la naturaleza", escribió Maynard en su blog, después de un post con cinco fotos frente a esa reconocida postal estadounidense.
A pesar de haber cumplido este sueño, la joven también comentó "Lamentablemente, es imposible olvidar mi cáncer", el cual padece desde abril pasado y fue diagnosticado como un glioblastoma, la forma más mortal de cáncer de cerebro.
A la mañana siguiente de cumplir ese último deseo de conocer el Gran Cañón, Brittany tuvo su peor ataque de convulsión hasta la fecha, que la dejó imposibilitada para hablar por un tiempo y fatigada por el resto del día.
"La convulsión fue un duro recordatorio de que mis síntomas siguen empeorando mientras el tumor sigue su curso", escribió.
Con una semana de vida, Brittany anunció que seguirá luchando por una ley de muerte digna a nivel nacional. "Mi sueño es que cada enfermo terminal estadounidense tenga acceso a la opción de morir en sus propios términos con dignidad. Por favor, tomen un rol activo para hacer de esto una realidad. La persona a la que ayudan puede ser alguien que amen o, incluso en el futuro, tú", insistió, en la campaña que lleva adelante junto a la ONG Compassion & Choices.
El próximo primero de noviembre, un día después del cumpleaños de su esposo, Brittany morirá al ingerir pastillas recetadas por un médico en casa de su mamá en Portland, Oregon.
"No quiero morir", dijo Maynard recientemente en una entrevista con el canal CBS. Pero aclaró que ahora está sufriendo de dolores de cabeza insoportables, convulsiones y "momentos en los que estoy mirando la cara de mi marido y no puedo pensar en su nombre".
Con información de Vanguardia.
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