El oído es uno de los órganos más sensibles del cuerpo, controla nuestro equilibrio y por eso es tan delicado.
Se debe mantener limpio, aunque los cotonetes pueden hacer daño, lo mejor es limpiarlos con agua y secarlos con una toalla.
A todos nos ha pasado alguna vez que nos duele el oído, porque tenemos gripa, dolor de cabeza o dolor de garganta, es muy común y la verdad es que bastante incómodo. O a veces sentimos que tenemos una basurita dentro y nos lastima, pero lo que encontraron dentro del oído de este hombre es asqueroso.
¡SI! Una polilla salió de su oído, ¡¡volando y vivaaaa!! ¡Qué asco!
Nos hace preguntarnos si el señor no se lava los oídos, no sabemos si entró ya de ese tamaño, un huevecillo entró en su oído y creció ahí (que es aún más asqueroso) o el señor es un ex-vagabundo.
Como sea, es asqueroso y hace que a uno le den ganas de revisarse los oídos.
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