Disfrutar de una cerveza, una copa de vino, un vaso de whisky, un cóctel con vodka, unos shots de tequila o hasta una cuba como nuestros tíos, es una práctica que muchos acostumbramos y que disfrutamos, ya sea en una fiesta, comida, viendo Netflix o simplemente conviviendo.
El problema es cuando se nos pasan las copas, hacemos una que otra tontería y al otro día amanecemos en nuestra casa (si bien nos va), con una cruda que nos hace arrepentirnos de haber sido el esperma ganador.
Una nueva investigación llevada a cabo por un grupo de científicos españoles, ha arrojado nuevos datos sobre qué es lo que pasa con nuestro cerebro cuando consumimos alcohol, por qué nos sentimos mal al otro día y una sustancia que podría proteger nuestro cerebro y hasta terminar algún día con las crudas.
Hace aproximadamente 10 años se descubrió que la oleoiletadolamida (OEA) es una sustancia que se encuentra en el chocolate negro y aumenta la sensación de saciedad. Esta misma molécula es producida por nuestro intestino y se han hecho investigaciones con ella para controlar el apetito, algunas adicciones, sobretodo pruebas con el alcohol.
El nuevo estudio del que les platicábamos, fue dirigido por Laura Orío en la Universidad Complutense de Madrid, donde descubrieron que el OEA también tiene efectos neuroprotectores, que podrían resguardar a nuestro cerebro de los niveles de alcohol en la sangre.
Cuando comenzamos a tomar, el torrente sanguíneo se llena de alcohol, el sistema inmune se dispara y el cerebro comienza a inflamarse, esto último daña a las neuronas e incluso las mata (ya ven, eso de matar neuronas en una borrachera sí es cierto). Pero, la OEA ha demostrado que puede proteger contra la inflamación en el cerebro y los daños neuronales; el experimento fue llevado a cabo con 50 ratas y observaron que la molécula sí mejoraba su estado en general.
Aunque la finalidad del estudio es buscar tratamiento contra el alcoholismo, no se descarta la posibilidad de desarrollar un fármaco para proteger de los daños del alcohol y sobre todo, ayudarnos con la maldita cruda.
En lo que esperamos a que llegue esta maravillosa cruda cura, podemos aprender a tomar, controlar nuestra ingesta de alcohol o comer mucho chocolate negro, a ver si nos funciona de algo.
***Vía: El País
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