La motivación es una de las cosas más importantes a la hora de ponerte a dieta. Si no estás convencida realmente de ponerte a dieta, te aseguro que en la gran mayoría de los casos, tu fuerza de voluntad acabará fallando. Con los siguientes consejos que te damos, te lo ponemos más fácil:
1. ¿Por qué quieres perder peso? Sincérate contigo misma.
Adelgazar no es algo que ocurra de un día para otro, desgraciadamente, sino que requiere una constancia y una fuerza de voluntad durante un cierto tiempo que varía según los objetivos de la persona. Esto último es muy importante, debes tener muy claro el objetivo que de verdad te lleva a adelgazar. Hay razones muy diversas como mejorar tu salud o verte más guapa, así que cuando las fuerzas flaqueen, imagínate a ti misma habiendo cumplido ese objetivo, imagínate habiendo conseguido ese cuerpo que siempre has deseado y ello te dará fuerzas para seguir intentándolo.
2. Ni una excusa más, deja atrás la frase: “ya empezaré el lunes”.
No me cabe duda de que es una de las frases más pronunciadas antes de comenzar muchas cosas, incluidas las dietas. Tampoco me cabe duda de que casi siempre el lunes surgirá otro motivo que te haga aplazarlo. Además, los días antes suele ser bastante común que las personas nos excedamos con las comidas, ya que existe ese sentimiento de querer aprovechar antes de ponernos a dieta, pensando en los sacrificios que nos esperan, cosa que al final no ocurre. Esto sin duda es una mala conducta, ya que para perder peso no hay que hacer grandes sacrificios ni mucho menos, no deberás renunciar a ningún grupo de alimentos. Entonces, ¿por qué esperar el lunes? ¡EMPIEZA HOY MISMO!
3. Las prisas en el Super: muy malas consejeras.
Reserva una mañana o una tarde a la semana siempre después de comer para ir a comprar con calma. Si vas con prisa no podrás comprobar bien la calidad de los alimentos, ni comparar entre las distintas opciones que se presentan, puede ser que te olvides de algún ingrediente de los que necesitabas para preparar el plato sano que querías hacer y si tienes hambre, además te aseguro que comprarás cosas que no debes, ya sabes. Por eso te animo a que compres con calma, teniendo tiempo por delante, y ya verás como ésto te ayuda con tu idea de bajar de peso.
4. Planifica tus menús y lo tendrás mucho más fácil.
Tener clarito lo que vas a comer durante la semana sin duda te ayudará a planificarte mejor en tus compras. Piensa los platos que vas a hacer y elabora una lista. Apunta en esta lista todos los ingredientes que necesites para seguir con tu dieta de la mejor forma y compra solo lo que aparezca en ella. De esta forma evitamos que improvises y acabes comprando alimentos demasiado calóricos, que en absoluto te ayudarán a perder peso.
5. Las tentaciones… ¡fuera de tu vista!
Ahora sabes cómo debes comprar, y conoces la importancia que tiene el ceñirse a una lista, sin embargo, cuando te pones a dieta, ¡no puedes poner al resto de familiares a adelgazar también! Entonces, ¿qué pasa con los productos que tienes que comprar porque el resto de la familia no quiere privarse de ellos? Te aconsejo que redistribuyas la despensa y no dejes a la vista alimentos que te resulten muy tentadores y fáciles de comer. Créeme, ver el chocolate cada vez que pases por la cocina no te ayudará…
6. Lo siento, pero… por pesarte cada día no adelgazas más rápido.
La báscula puede convertirse en uno de tus peores enemigos si te pesas con demasiada frecuencia y a cualquier hora. Esto se debe a que durante el día el peso varía continuamente. Por supuesto no pesamos lo mismo por la mañana y antes de desayunar que después de comer, por ejemplo. Además, ciertos días, por cuestiones de hormonas y demás, podemos encontrarnos más pesadas. Por todo ésto, te recomiendo que te peses una vez a la semana, ya que si lo haces demasiado a menudo terminarás por pensar que la dieta no está funcionando, y ésto no es así.
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