Toda la vida nos han pedido que seamos ordenados, ya que siempre se ha visto como una cualidad de las personas metódicas e inteligentes ¿Pero qué sucede con los individuos creativos? En el siguiente artículo de Dan Scotti para EliteDaily te explicamos la psicología detrás de las habitaciones desordenadas:
Históricamente el desorden ha sido condenado y asociado con el camino al fracaso ¿Quién podría decir lo contrario? Pero la realidad es completamente distinta y es mejor de lo que piensas. Un estudio realizado el 2013 por la Universidad de Minnesota entrega una nueva perspectiva para este debate: El lado pro-desorden.
Existe una especie de “leyenda urbana” donde las personas con escritorios desordenados tenderían a pensar de un modo distinto: hacia el razonamiento original. Honestamente, en un principio yo creía que la gente con escritorios caóticos debían ser creativos por necesidad y así poder sobrevivir fuera de los límites de la organización.
Visualiza el siguiente escenario: una tarea para la casa que entregaron la semana pasada y aún está sin hacer se encuentra en una esquina; una página arrancada de la revista National Geographic del mes pasado se encuentra doblada al lado de una crema de manos; un paquete de galletas a medio comer y dos botellas de agua vacías se encuentran a lo largo de la superficie de la mesa junto a una taza de café usada y unas cuantas latas vacías de Arizona. Un campo de batalla.
Sí, tu escritorio es un caos, pero es tú desorden y ejerces control sobre él. Cuando no pones las cosas en un lugar determinado -y lo haces de forma habitual- terminarás encontrando formas creativas de hacer que todo el resto encaje cómodamente. Si bien para alguien desconocido puede ser algo terrible, para ti puede resultar metódico.
La científica en Psicología, Kathleen Vohs de la Universidad de Minnesota, se decidió a desmentir este mito sobre los desordenados, pero no redujo su estudio a los límites del escritorio. Vohs, poseedora de una mente claramente creativa, decidió pensar mucho más allá. Usando un paradigma consistente en una habitación desordenada y otra ordenada, más una serie de ensayos, concluyó que las primeras inspiran más los pensamientos creativos y originales.
¿Que constituye exactamente el “pensamiento original”? ¿Cómo ayuda tu habitación a ello?
“Escritorio de Einstein”
El Pensamiento Original, en su forma más pura, es el pensar fuera de las líneas del razonamiento convencional. Al considerar esto, no debería ser una sorpresa muy grande el que las habitaciones desordenadas tengan posesiones fuera de lugares “convencionales”. Esto promueve la creatividad.
Supongo que si prefieres “dejar”, refiriéndote a tu ropa en el suelo de tu habitación incluso si el armario está solo a unos pasos de distancia, ciertamente estás pensando fuera de las líneas del razonamiento convencional. El mismo concepto puede aplicarse a otras cosas más abstractas.
Considera la siguiente frase de Albert Einstein: “Si un escritorio desordenado es señal de una mente desordenada ¿Qué debemos pensar de un escritorio vacío?”. La mesa de éste genio tenía la apariencia de que una ex novia vengativa tuvo la misión de destruir su espacio de trabajo, ejecutándolo con mucho éxito. Y simplemente no podemos negar la originalidad de Einstein.
A la lista también se suma Mark Twain con un escritorio quizás caótico como el de Einstein. Y tampoco podemos desconocer a una de las mentes más originales de su generación.
Si las personalidades de ambos no capturan la atención de los Millennials, les dejo como ejemplo a Steve Jobs. No nos debería sorprender que haya sido la mente creativa tras los iBooks, debido a que él tenía problemas ordenando los reales, ya que su oficina era simplemente un desastre. Supongo que esto solo ayudó a que fuera más brillante.
“Escritorio de Twain”
¿Qué significa esto exactamente? ¿Deberías sembrar el caos en tu habitación y oficina esperando un poco de genialidad de vuelta? No exactamente. La relación entre el desorden y la creatividad no es para nada casual. Si empiezas a desordenar las cosas no significa que despertarás una mañana con pensamientos originales.
Si eres “desordenado por naturaleza” lo óptimo sería encontrar un punto medio entre tu desastre habitual y la necesidad de limpiar, porque al reducir drásticamente la cantidad de desorden que tengas puede que reduzcas tu tendencia a pensar con originalidad.
Finalmente, la única forma de que midas la efectividad de la originalidad inducida por el desorden es experimentarlo por ti mismo, así que adelante anda y provoca una lluvia de papeles sobre tu escritorio y tira tu ropa limpia por tu habitación. Disfrútalo. Ve que se te ocurre después.
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